- Bretaña es la region situada en el noroeste de Fracia. La producción láctea tiene un gran peso en su economía. La exportación de queso y productos lácteos representa el 17% del total de explotaciones de productos agrícolas bretones.
- La cadena láctea es el proveedor principal de trabajos agrícolas, con más de 35.000 empleos directos, lo que representa más del 25% del total de los empleos en agricultura de la región. Aunque el número de ganaderos de leche está disminuyendo, aún existen nuevas incorporaciones de ganaderos jóvenes (el 42% de los nuevos ganaderos son productores lácteos). El atractivo de los empleos en la producción láctea es una cuestión mayor tanto para la cadena láctea como para la economía regional.
A pesar de la bajada del precio de la leche, la producción regional global se mantiene estable gracias al aumento de la producción media por granja: el nivel de 6 billones de litros de leche producidos en la región (objetivo elegido en 2014) se ha alcanzado ya.
La eficiencia de las granjas, así como su resistencia al enfrentarse a crisis son cuestiones mayores para la competitividad y la sostenibilidad del la totalidad de la cadena láctea en Bretaña. Además, la producción láctea también supone un gran impacto sobre el medio ambiente. Realmente, la cabaña láctea utiliza más de dos tercios del pasto de la región. Más del 25% de las áreas de la región están siendo usadas como pastizal por los rebaños lecheros. Con frecuencia, estos campos están rodeados por setos y diques de madera, de este modo, los rebaños lácteos contribuyen a la calidad del paisaje, el mantenimiento de la biodiversidad a la retención del carbono en el suelo.
Los sistemas bretones de producción tienen la particularidad de tener un bajo recurso a los insumos en comparación con otras regiones francesas. Los programas de investigación y extensión llevados a cabo desde los años noventa en Bretaña, en particular en la granja experimental en Trévarez, animaron a los ganaderos a basar la alimentación de las vacas lecheras en la máxima valorización del forraje.
Además, la gran disponibilidad de fertilizantes orgánicos, junto con la necesidad de disminuir la aportación de desechos nitrogenados en el agua, condujo a una fuerte reducción de fertilizantes minerales en cultivos.
Las granjas bretonas son, por tanto, eficientes en lo que respecta al coste variable de promedio.
A pesar de estos activos, la cadena lechera se enfrenta a significativos cambios en términos económicos y medioambientales, pero también en términos sociales: los ganaderos están expresando firmes demandas con respecto a la reducción de jornada laboral y a la reducción de la arduidad de sus condiciones laborales.
Es también difícil encontrar y mantener trabajadores contratados en las explotaciones lecheras. Por ello, recientemente se llevó a cabo un experimento en la granja experimental en Trévarez para reducir la duración de la jornada laboral del criador o del trabajador asalariado, gracias a un intervalo de ordeño diario reducido, para mejorar la resiliencia social del sistema.
Nuestra innovación para mejorar a calidad de vida: ¡reducir el intervalo de ordeño y la duración de la jornada!
Dos experimentos llevados a cabo recientemente en Trévarez confirman la posibilidad de mantener un intervalo de ordeño más corto entre los ordeños matutino y vespertino para reducir la amplitud de la jornada laboral del granjero, o bien para facilitar la contratación de trabajadores asalariados en la granja.
Las vacas se están adaptanto a los nuevos intevalos en un mes. Sin embargo, la pérdida en contenido proteico debe ponerse en contraste con el aumento de la flexibilidad laborar.
Entrevista con Valérie Brocard (Idele, Instituto Francés de Ganado), persona a cargo de los experimentos con el rebaño de vacas lecheras:
“Los ganaderos no reducen sus intevalos de ordeño. En las 6.000 granjas de Bretaña, la media se mantiene en torno a las 10 horas y media entre los ordeños matutino y vespertino. Sin embargo, podría ayudarles a ganar flexibilidad en su trabajo y mejorar sus condiciones de vida. También podría hacer más atractivo el trabajo de trabajador del sector lácteo.
El propósito del estudio era saber cuales son los efectos de los intervalos de ordeño reducidos en el rendimiento de las vacas. El intervalo que se probó entre ordeño de mañana y tarde fue de 6 horas y media (6h30), comparado con un intervalo de ordeño clásico de 10 horas. El estudio duró cuatro meses, durante dos inviernos, con vacas en régimen intensivo.
A lo largo de un período de un día completo, las vacas del grupo de 6h30 produjeron un 4.5% menos de leche que el grupo de control durante el primer mes. Después, las vacas se adaptaron al nuevo intervalo de ordeño.
Los efectos sobre el contenido de la grasa y el recuento de células somáticas no fueron significativos, pero el contenido de proteínas se redujo significativamente, a razón de 1 gramo por kilo.
El estudio no impactó la salud ni el comportamiento.
Durante el ordeño matutino, en el grupo 6h30 se observó una producción significativamente mayor de leche, pero durante el vespertino produjo una cantidad significativamente menor de leche, con menos proteía y más grasa.
De acuerdo con otros estudios, tras 16 horas llenando las ubres, los cambios fisiológicos impactan la síntesis de los componentes de la leche en los dos ordeños subsecuentes. Sin embargo, las actuaciones no deberían verse afectadas si el intervalo nocturno permanece por debajo de las 16 horas. El agricultor tiene que elegir entre reducir la pérdida económica y mejorar sus condiciones de vida. Si contrata a un empleado, un intervalo de ordeño reducido podría evitar que pague horas extras y podría compensar la pérdida económica debido a la proteína reducida”.
Un vídeo de presentación del experimento con los resultados y el testimonio de un ganadero está disponible en francés:
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Acerca de EuroDairy
EuroDairy es una red internacional para aumentar la sostenibilidad económica, social y ambiental de la producción lechera en Europa, en un momento de desafío sin precedentes para el sector. Financiado por el programa Horizonte 2020 de la UE, EuroDairy fomentará el desarrollo y la difusión de innovaciones basadas en la práctica en la producción lechera, centrándose en cuestiones clave de sostenibilidad tras la supresión de las cuotas lácteas: resiliencia socioeconómica, eficiencia de los recursos, cuidado de los animales e integración de la leche producción con objetivos de biodiversidad.
EuroDairy se desarrolla en14 países, desde Irlanda hasta Polonia, y desde Suecia hasta Italia. Abarca el 40% de los productores lecheros, el 45% de las vacas y el 60% de la producción de leche europea. El proyecto adopta el modelo interactivo de European Innovation Partnership, colocando a los agricultores en el centro de la innovación basada en la práctica, desarrollando nuevos conocimiento científicos y adaptando conocimientos existentes para producir soluciones implementables, que luego pueden ser compartidas a través de la red.