Iris López Sánchez, técnica de apoyo en Viña Costeira.
Grafo en Administración y Dirección de Empresas. Máster en Control de Gestión.
«Estoy muy agradecida por esta oportunidad de conocer de cerca el día a día de una cooperativa en plena expansión»
Aunque su experiencia laboral comienza en el año 2016, es la primera vez que Iris se acerca profesionalmente a una cooperativa. La conocida bodega vitivinícola asentada cerca de Ribadavia (Ourense), Viña Costeira, es la entidad en la que está desarrollando sus prácticas hasta el mes de junio, fecha prevista de finalización.
Los abuelos de Iris eran socios de la cooperativa agraria de su comarca, explica Iris, quien tras llevar algo más de mes y medio en Viña Costeira reconoce que, a pesar de tener sus peculiaridades al «sumar a la ecuación a los socios», hay muchas semejanzas, en la manera de trabajar, con las multinacionales en las que estuvo con anterioridad.
La parte fácil de su estancia formativa es «formar parte de un equipo atento y próximo», indica, mientras reconoce: «Tal vez, la parte más complicada fuese adaptarme a las distintas funciones que pueden tener los socios dentro de la cooperativa».
Siendo, de momento, la experiencia breve, esta profesional está agradecida por esta «oportunidad de conocer de cerca el día a día de una cooperativa en plena expansión» y destaca las bondades de trabajar en una cooperativa: «Están implícitos unos valores de apoyo, equidad y responsabilidad que considero fundamentales para el desarrollo de la comunidad».
Marisol Ares Tubío, técnica de apoyo en Aira
Grado en Administración y Dirección de Empresas. Técnica Superior en Gestión y Organización de Empresas Agropecuarias.
«El cooperativismo me parece el mejor modelo empresarial para alcanzar una sociedad justa y sostenible»
Marisol Ares lleva desde principios de enero colaborando en la cooperativa de suministro de piensos Aira, principalmente con el departamento de contabilidad. Con anterioridad trabajó en diversas empresas agrarias, sobre todo en puestos de contacto con el cliente, en pedidos o logística.
Ares reconoce que, a pesar de no haber trabajado nunca antes en una cooperativa, le apetecía: «Gracias a sus principios y valores distintivos, me parece el mejor modelo empresarial para alcanzar una sociedad justa y sostenible».
A pesar de llevar pocos meses en Aira, le parece vislumbrar aspectos de gestión similares a los de otras empresas conviviendo con otros más específicos: «El hecho de que los socios puedan ser a la vez propietarios, clientes y proveedores genera una relación compleja pues las decisiones tomadas siempre les afectan en alguno de sus papeles».
Preguntada por la parte más fácil y más complicada de la experiencia, matiza: «El programa tiene dos focos de actuación. Por una parte mejorar la capacitación de los becarios hacia ocupar puestos de gerencia, y por otra, ofrecer apoyo a la función gerencial, proponiendo y desarrollando un plan de mejora en algún aspecto. En lo relativo a mi capacitación, estoy muy agradecida con la atención dedicada tanto por mi tutor como por los compañeros y compañeras, que se mostraron desde el primer momento accesibles, colaborativos y resolutivos. Es la parte de llevar a cabo un plan de mejora la que me parece más compleja, pues estamos hablando de una empresa que cuenta con una dimensión considerable, y que en la actualidad ya está muy organizada y preparada, por lo que los posibles aspectos a mejorar son puntos muy concretos, que se presentan con una cierta complejidad, lo que significa un reto para mí».
Marisol está convencida de su deseo de continuar trabajando en el campo cooperativo: «Considero el modelo cooperativo el más deseable, también desde el punto de vista de generador de empleo. Sus valores de autoayuda, democracia, y solidaridad, entre otros, hacen de las cooperativas empresas especialmente comprometidas y con criterios de responsabilidad social».
Adán Rivera Maldonado, técnico de apoyo en O Rodo
Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Mediador Civil, Mercantil, Familiar, Laboral y Deportivo
«Desde que conocí la iniciativa quise participar»
El caso de O Ruedo, cooperativa especializada en prestación de servicios de maquinaria agrícola, es ligeramente distinto al de las otras cooperativas, ya que no cuenta con la figura de un gerente como tal, por eso Adán Rivera ejerce sus funciones apoyado muy directamente por el Consejo Rector de la cooperativa. Entre las actividades que está desarrollando figuran la compilación de información para la elaboración del Plan Estratégico, la elaboración de diversas Memorias como las de Responsabilidad Social, Actividad o Económica, gestiones económicas y financieras, análisis de subvenciones etc.
Aunque Adán no contaba con experiencia laboral previa, su participación en proyectos diversos evidencia una preferencia por la fórmula de la Economía Social. «Participar en esta iniciativa fue una verdadera ilusión. Nunca había trabajado en una cooperativa, pero siempre fue mi objetivo», indica tras especificar que lleva tiempo investigando en relación con la economía social.
A diferencia de otras empresas que, en ocasiones, «emplean herramientas como las memorias de Responsabilidad Social Empresarial, iniciativas sociales y medioambientales… con el fin de mejorar su imagen corporativa pero sin tener un interés efectivo en llevarlas a cabo», las cooperativas sí pueden demostrar los principios sobre los que se asientan, indica este recién graduado que finalizó los estudios en el pasado mes de mayo.
Adán ya había intentado participar en esta actividad en la anterior edición, pero como aún no había finalizado los estudios, no había sido posible: «Desde que conocí la iniciativa quise participar en ella», explica aclarando que en estos dos últimos años estuvo preparándose para «pasar a la acción en el mundo de la Economía Social».
Tamara Pérez Abreu, técnica de apoyo en Bodegas Eidosela
Grado en Ciencia Política y Administración Pública. Máster en Gestión del Desarrollo Sostenible
«Es una oportunidad única de poder desarrollarme profesionalmente»
Es la primera vez que Tamara trabaja en una cooperativa y, entre otros aspectos, percibe diferencias en la toma de decisiones y acciones, que es mucho más horizontal, además de la legislación, composición y organización. No obstante, según reconoce, con el apoyo de todo el equipo de la bodega le está resultando fácil de llevar y consigue transformar cada dificultad en un reto.
«Personalmente es una oportunidad única: poder desarrollarme de forma profesional en un ámbito como el vitivinícola, que desde siempre me fascinó, resulta muy enriquecedor. Además, poder llevar a la práctica conocimientos en sostenibilidad de forma diaria y ver su repercusión es gratificante. De forma profesional creo que se ha abierto una nueva etapa que afronto con muchas ganas y espero, sea el inicio de algo muy bueno», expresa Tamara.
Esta profesional se muestra a gusto trabajando en el ámbito cooperativo porque considera que «una cooperativa no es solo una empresa sino que supone un valor añadido para la sociedad» y destaca los valores en los que se asienta el cooperativismo: la participación de los socios, equidad, solidaridad y democracia.
Tamara opta por señalar que la naturaleza cooperativista aun es una desconocida para la sociedad y lamenta que, por falta de información, se recurra a sociedades limitadas u otras fórmulas antes que a la cooperativa.
Zoe Cantero Prieto, técnica de apoyo en A Carqueixa.
Grado en Administración de Empresas
«Iniciativas como esta son una oportunidad para que las personas graduadas no tengan que irse de su tierra»
Es la primera vez que esta graduada en ADE trabaja en el ámbito cooperativo. Hasta ahora, sus referencias profesionales abarcan el sector de la hostelería y el comercio.
Acaba de empezar su período de prácticas (llevaba menos de una semana cuando hicimos esta entrevista) y, aunque es algo precipitado hacer un balance, ya detectó diferencias con relación a otras empresas: «Aunque no puedo hablar de otras cooperativas, en esta encontré un ambiente muy familiar, distinto a cualquiera de las otras empresas en las que trabajé».
Para Zoe, la mayor dificultad que observa es que «hay que estar preparada para todo, cada día pueden surgir diferentes dificultades»; por el contrario, indica: «La parte más fácil son las relaciones personales pues todo el mundo intenta ayudarme y facilitarme cualquier cuestión».
A pesar del poco tiempo que lleva en la cooperativa ganadera A Carqueixa, formada por 200 cooperativistas con ganado vacuno en extensivo mayoritariamente de la montaña lucense, esta joven destaca «la importancia de la existencia de iniciativas como esta, que dan oportunidades a personas escalonadas sin tener que irse de su tierra, y ayudan a organizaciones cooperativistas que precisan de un apoyo, para desarrollar y promover su actividad, por el que ambas partes se ven muy beneficiadas».
Zoe confiesa sentirse encantada de poder trabajar en un proyecto que dignifica el trabajo de los ganaderos a través de una producción lógica «en la que menos es más» y donde «el bienestar de los animales y del entorno importa, promoviendo un rural vivo y montes libres de incendios».