15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales
Según datos de la ONU, las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de las mujeres agricultoras en todo el mundo. Este año, el lema de la Jornada se basa en los “Retos y oportunidades presentes en la agricultura resiliente en cuanto al clima para lograr la igualdad de género y el empoderamento de las mujeres y niñas rural”.
Claro está que la realidad de la mujer rural no es la misma en todos los países, las condiciones políticas, geográficas, culturales o climáticas son muy distintas pero si algo parece haber en común es la escasa valoración que se les está dando.
“Empoderar a la mujer rural”, ese es el lema en torno al que gira uno de los principales objetivos asumidos por AGACA en los últimos años. Estudios, seminarios, jornadas, charlas motivadoras, proyectos grupales, acciones sociales…son algunas de las iniciativas emprendidas últimamente por la Asociación.
Los números son claros: Con respecto a la composición de las personas socias en las cooperativas agroalimentarias gallegas, el porcentaje de mujeres consigue en 2016 el 46%, sin apenas variación sobre 2015. Sólo el 16% de mujeres ocupan algún cargo en los consejos rectores de las cooperativas reduciéndose a un 6%, las que figuran como presidentas de las mismas.
¿Qué ocurre cuando comprobamos los datos en cuanto a número de trabajadoras de las cooperativas agroalimentarias? En plantilla, el 36% son mujeres, cifra que se incrementa, sobre todo, en el área de administración, demostrando así la división de género por áreas feminizadas/masculinizadas que también suele a darse en otros sectores de actividad económica.
Y si nos fijamos en los cargos de responsabilidad ocupados en las cooperativas, en la dirección o gestión, el número baja nuevamente hasta el 23%.
Con ocasión del Día Internacional de la Mujer Rural nos gustaría animar a los hombres y mujeres de Galicia a que reflexionen sobre la importancia de que las mujeres formen parte de los cuadros directivos y representativos de las cooperativas. No existirá un verdadero progreso hasta que esto ocurra de manera natural.
La gran responsabilidad que asumen las mujeres con la familia no debería ser un obstáculo para que ellas mismas puedan asumir responsabilidades en la dirección y representación de las empresas cooperativas, dado que, por propia definición, son parte propietaria de estas instituciones.
Es necesario aquí, un ejercicio de corresponsabilidad por parte de los hombres. La conciliación familiar tiene que ser cosa de toda la familia. El hombre debe asumir, por sí mismo, su obligación de compartir las tareas, los cuidados, las preocupaciones…Cuando llegue ese momento, la mujer tendrá tiempo, igual que cualquier hombre, para dedicar su talento y su disposición a las actividades de representación.
El beneficio repercutirá en todos. La empresa cooperativa sumará perspectivas, la familia se verá compensada, el hombre se liberará de estigmas y la mujer tendrá nuevas oportunidades.
Hace falta una sociedad madura. Desde AGACA seguiremos trabajando para que llegue el día en el que el 15 de octubre sólo tengamos que decir: ¡Felicidades a las mujeres del rural!