COMUNICADO DE PRENSA: COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS CASTILLA LA-MANCHA
- No hay ninguna medida de apoyo a la integración comercial de las cooperativas, tal y como anunció el consejero.
El 6 de junio se publicó en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, la Orden de bases reguladoras de las ayudas a la incorporación de jóvenes, apoyo a las inversiones en explotaciones agrarias y en materia de regadíos, sin ninguna medida de apoyo a la integración comercial de las cooperativas, como se había comprometido el consejero Francisco Martínez Arroyo, mediante medidas de discriminación positiva (prioridad y mayores ayudas) para los socios de cooperativas integradas en grupos de gran dimensión calificados como Entidades Asociativas Prioritarias, de ámbito autonómico y supra autonómico (EAPIR y EAP).
El consejo rector de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ha recibido con sorpresa y decepción, el texto final de la orden, al entender por un lado que la consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural desaprovecha una gran oportunidad para fortalecer comercialmente a las cooperativas (las empresas de los productores) y sobre todo por el incumplimiento de los compromisos del consejero Francisco Martínez Arroyo con la propia organización, enunciados públicamente en diversos medios.
En la última década, en Castilla-La Mancha el número de jóvenes ha disminuido prácticamente un 9%, fundamentalmente a consecuencia de la falta de expectativas laborales para afrontar con garantías su salida al mercado laboral. La tasa de paro de los jóvenes menores de 25 años supera el 50% y al mismo tiempo solo el 21% de los socios de nuestras cooperativas tienen menos de 45 años.
Asimismo, la modernización de nuestras explotaciones es fundamental para mejorar su competitividad y garantizar su viabilidad, incorporando innovación, adaptación al mercado y haciendo compatible estos objetivos con una gestión sostenible de los recursos naturales, respetuosa con el medio ambiente y la seguridad alimentaria.
Siendo quizás la Orden más importante para los agricultores y ganaderos, incluidos los 150.000 socios de cooperativas de nuestra región, a nuestro entender era perfectamente compatible legislar para abordar estos problemas, con asentar medidas que favorezcan las decisiones que tienen que tomar los socios en una asamblea de su cooperativa, sobre su incorporación a un proyecto de integración.
Hasta ahora el Consejero había llenado discursos y discursos manifestando su apoyo a la integración de las cooperativas como palanca para la mejora de la competitividad de las mismas, pero ahora tocaba pasar de las palabras a los hechos y desgraciadamente los hechos no se han producido y de nuevo las palabras se las llevó el viento.